Reflexiones
de la Catedra Libre de Soberania Alimentaria de la Facultad de
Medicina/Nutrición de la UBA
En
el último tiempo, el tema de la
problemática alimentaria del país y del mundo ha sido puesto en cuestión desde
distintas miradas respondiendo a distintos intereses políticos y económicos.
Se suma
en estos días, la realización en Buenos Aires del 21° Congreso Internacional de
Nutrición (IUNS),auspiciado , financiado, y comprometido por las grandes
empresas productoras de alimentos altamente industrializados, responsables de
la epidemia de enfermedades crónicas no transmisibles que preocupa a las organizaciones,
que, como la OMS y la OPS elevan su voz de alerta a los organismos públicos, a
los gobiernos, a las sociedades científicas, y a la sociedad en su conjunto,
exigiendo del ESTADO QUE GARANTICE SU
DERECHOS.
La
Coalición Latinoamericana de Alimentación Saludable (CLAS) se ha
pronunciado al respecto presentando su
“fuerte objeción al patrocinio de la industria de alimentos y bebidas “a dicho evento ,afirmando además
que “mediante la fabricación y comercialización
de productos que ponen en peligro la
salud, que ahora se centran en los países de
ingresos bajos y medianos, estas grandes corporaciones contribuyen a
la destrucción de sistemas alimentarios tradicionales y las prácticas
culinarias, socavando la soberanía alimentaria y creando múltiples problemas de
salud “
Congresos
y reuniones científicas que al defender los principios de la economía liberal
de la máxima ganancia, con la presencia de actores que tienen verdaderos
conflictos de interes, defienden los negocios pero no la salud, no la vida en
su plenitud.
Al sumarnos a esta Declaración nos corresponde
hacer un breve repaso sobre la
situación actual en nuestro país referido
a la situación alimentaria, que cuestionamos enérgicamente.
Es así que aparecieron controvertidas
notas sobre el precio de los alimentos, por ejemplo, que en las circunstancias
inflacionarias actuales violan incuestionablemente el Derecho Humano a la
Alimentación al no garantizar el acceso físico y económico a alimentos
saludables a todxs, como se enuncia en el principio que figura en nuestra Carta
Magna, y en todos los compromisos internacionales que nuestro país ha firmado.
Pareciera que el señalar como causante del
mismo a una economía concentrada y transnacionalizada, cuyo actor clave es la
industria alimentaria sujeta a la especulación financiera, no merece la
atención de los expertos en el área de la nutrición y salud, ni de los
“opinólogos”, que no reparan en que: Sin políticas públicas que regulen a los
formadores de precios, esta situación será difícil de revertir.
La muerte de Rocío, la niña que muriera
“asesinada” por una mandarina envenenada con Furadán, veneno prohibido en el
país, destinada a matar a los pájaros que “amenazaban” a los arándanos de
exportación, constituye un verdadero ecocidio,
dado que contaminamos el suelo, matamos a los pájaros y asesinamos a una niña,
pero protegimos el cultivo de exportación. Este hecho no mereció más que un
comentario periodístico de pasada y por pocos días en todos los medios de
difusión. Garantizar la inocuidad de los
alimentos como deber del ESTADO Y GARANTÍA DEL DERECHO A LA ALIMENTACIÓN,
lamentablemente no parecer ser uno de los ejes a tener en cuenta.
La importación de alimentos frescos que se
producen en nuestra región, destruyendo las economías regionales y la
agricultura familiar pasa desapercibido y es fomentado desde el propio Estado
que debería ser su garante, creando una razón de dependencia en un país
productor de alimentos y violando los principios de la Seguridad y la Soberanía
Alimentaria.
El control de la seguridad y la inocuidad de
los alimentos de consumo habitual que registraron los informes del SENASA del
año 2013, y se hicieron públicos por presión de los movimientos sociales,
muestran su alto grado de contaminación química, pero no especifican si esos
alimentos han sido decomisados o liberados al mercado, violando así los
principios básicos que los determinan para garantía de la salud y la vida.
Pensar en que sucedió desde el año 2013 , al 2017 que desconocemos, no
significa violar el derecho a la
información?
Por decreto además, se habilita la irradiación
de los alimentos de consumo habitual, comenzando ya con las meriendas
reforzadas de los escolares de los sectores vulnerables, sándwiches de pan
común, para que tengan mayor “duración” en una ciudad de Entre Ríos, cuando
tienen el pan fresco en la esquina de la escuela y puede ser adquirido a
diario. (Alimentos tratados con radiación. Clarín.com/Sociedad- 13/10/2017
citas del diario)
Si
agregamos la continuidad de las fumigaciones, los proyectos de ley de semillas
llamadas “de Monsanto”, la continuidad del uso de venenos ya señalados como
cancerígenos por el IARC,(Agencia
Internacional para la Investigación del Cáncer dependiente de la OMS) la
permanencia del monocultivo como modelo productivo de preferencia, la
estigmatización de los pequeños
productores que son oriundos de la Patria Grande y garantizan nuestra mesa, al modificar leyes
que estimulan este tipo de producción
vigentes desde el 2003, las
consecuencias de las catástrofes climáticas que sufren provincias enteras de
resultas de la misma situación, se configura un
cuadro de situación de gravedad.
A las
alianzas y fusiones monopólicas de quienes anteponen sus beneficios económicos,
se corresponde un llamado de alerta de todxs los que bregamos por la Salud y
por la Vida, para articular nuestro accionar en pos de asegurar
para todxs el Derecho a la Soberanía Alimentaria, y recordar y tener presente
una de las resoluciones más importantes del Tribunal de La Haya de octubre de
2016 donde se
afirma la primacía de la legislación
internacional de derechos humanos y ambientales por sobre la legislación
internacional de comercio e inversión que socavan la capacidad de las naciones
para mantener políticas, leyes y prácticas que protejan esos derechos.
En
la 34° sesión de Naciones Unidas Hilal Elver Relatora del Derecho a la
Alimentación señalaba: “ se ha aumentado
la producción, pero a costa de la salud humana y del medio ambiente…señala como
responsables al lobby empresario.. y además que se sale y se supera esta
situación saliendo de la Agricultura Industrial…”
A
todas estas reflexiones que nos dan un somero estado de situación le
contestamos con las palabras de la Ciencia Digna de “nuestro” Andrés Carrasco:
“Saben
que no pueden tapar el sol con la mano. Hay pruebas científicas y, sobre todo,
hay centenares de pueblos que son la prueba viva de la emergencia sanitaria”.
Licenciada
Miryam K de Gorban
Coordinadora de Calisa Nutrición